sábado, 31 de marzo de 2018

Noche, que te cuelgas en la ciudad



Noche que te cuelgas en la ciudad 
oscureciendo cada rincón de la siniestra y falsa irreverencia
Funesta media noche
que apaga las ganas inhóspitas de vivir

Noche, que te cuelgas en la ciudad 
dándole minutos de fama al plástico citadino 
Noche que acompañas las infamias y el crimen
Dulce noche que te llenas de lujuria.

Noche que te cuelgas en la ciudad
Noche, matrona del miedo y aliada de la luna
Luna residente de una noche
cualquiera que abraza la soledad


Noche, que te cuelgas en la ventana 
y te acurrucas al lado favorito de la depresión
Noche cómplice de lo lúgubre y adictivo
Noche, de tantas estrellas como tristezas.

noche, traslucida noche,
espesa noche
Acompañada por artificiales luces metropolitanas
Noche, tan bella como oscura.

Madre de la tentadora oscuridad. 
Noche, que te cuelgas en la ciudad
a observar cómo vemos cuando vas y vienes
Noche, tan dueña de todos nosotros como la misma muerte.


domingo, 18 de marzo de 2018

Gracias

Gracias por no llegar.
Necesitaba sostener los trozos de mi corazón,
la última vez,
antes de soltar mi último suspiro,
con tu nombre.

Gracias por no sonreir.
Necesitaba pasar al menos una noche
sin pensar en tu sonrisa
y añorando que tus lagrimas supieran a mí.

Gracias por no intentarlo.
Necesitaba entender que,
no solo porque deseas,
incluso desde los huesos,
sucede.

viernes, 16 de marzo de 2018

Distración.

Tan así y tan lejos pareces eterno.
Te acoso desde la distancia para hacerme la que no te conozco, ignoras mi presencia;
te juras solo en ese instante,
perdido en la soledad de la multitud, 
eres extraño,
me pareces adorable, 
te miro como quien acaba de conocer el amor en el metro.
Me enamoro casi un poquito menos que cuando me miras a los ojos encantandome, 
buscas en qué ocupar tu atención sin saber que tienes toda la mía; no me queda más remedio que conservar mi distancia que será el tesoro de tu ambigua belleza, 
no hay duda, no quiero dañar la pefección de tu inmutable calma.