canto algo, muy poco.
hay un mar. hay la luz.
hay sombras. hay un rostro.
un rostro con rastros de paraiso perdido.
he buscado.
sino que he buscado,
sino que agonizo.
A.P.
Ciénaga adentro inlcuso los cantores silencian su clamor -Espejos de agua-
Se encuentran los lenguajes del agua y la tierra, te hallo en mi pensar. Otra vez -Reencuentro-
El perpetuo silencio, complice de los pensamientos, rápidamente mi boca sabe a ti -Confesión-
Las aguas turbias sabor a mar, rojas como mi sangre. El color tuyo se siente aun en mi piel -Redención-
Talante firme de las hojas que me observan observar, pierdo mis ojos en el sonido del agua retumbando en la canoa -Perspectiva-
Sumergida en los pensamientos o en la ciénaga o en las dos, establezco el límite para después destrozarlo a canciones -Profundo contemplar-
Tercas mis raices se aferran como el manglar al agua, como el sonido del viento a los ájaros, como yo a ti -Aparición-
No pude evitarlo, el mar ya lo sabía, el pez ya lo sabía, el cangrejo ya lo sabía, te pensé tan fuerte que el manglar pudo escucharme -Posverdad-
Te dejé un secreto en los manglares. Pensé que se refundiría, que no llegaría de regreso a mí pero me siguió hasta sentirme -Soledad naufragante-
Lo dejé para ti, en el inmenso silencio, por si un día puedes desdibujar tus pasos hacia los míos. Otra vez -Imaginarnos-
Te dejé un secreto en los manglares: donde el color se convirtió en fé y donde la sal se convirtió en poder.
Si silencias tu alma lo suficiente, tal vez y solo tal vez, colgado de un arbol, sumergido en las aguas rojas, al filo del atardecer o entre el paisaje profundo... puedas saborear el secreto que dejé para ti en los manglares.
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