canto algo, muy poco.
hay un mar. hay la luz.
hay sombras. hay un rostro.
un rostro con rastros de paraiso perdido.
he buscado.
sino que he buscado,
sino que agonizo.
A.P.
Publicar para dejar de corregir.
canto algo, muy poco.
hay un mar. hay la luz.
hay sombras. hay un rostro.
un rostro con rastros de paraiso perdido.
he buscado.
sino que he buscado,
sino que agonizo.
A.P.
Que mis ganas no sirven para los dos
que hacen falta las tuyas
y esas no llegan.
Ni en coche ni en tren
ni en ciento cuarenta caracteres.
-P.B.
Y he llorado
si que he llorado
como si el mar aclamara mis lágrimas
para no perder la sal
como si los ríos
necesitaran mi llanto
para no secarse
como si la sierra añorara mi tristeza
para existir.
Esa sierra a la que nunca fuimos, esa felicidad que se quedó esperando a ser sentida, la nostalgia de aquel invierno, ese en el que nunca nevó.
Y te he extrañado
si que te he extrañado
como la luz tenue de la oscuridad
ese pistilo fértil
dentro de la marchita flor
como el oasis de un desierto
ese abrazo curador
enfermero
de dos almas que un día
se conectaron.
y te he olvidado
sí que te he olvidado
como quien solo conoce
una manera de perdonar
ese sendero egoísta
que solo alcanzó para uno
como esa tristeza inamovible
este llanto incesable de no tenerte
pero que no es ni la mitad
de lo infausto que fue quererte.
Está marcado por el dolor de esta pregunta
que sale de su boca como un vómito tibio-Solo hay una forma de saberlo dicen, desarmarlo hasta entenderlo, destruirlo y luego rehacerlo, volver a ganarlo todo al perderlo-
LPF.
Conducimos juntos,
bajo la lluvia de unos tiempos extraños;
manejaste un buen tramo,
me cansé, quise manejar yo,
pero la tormenta no fue mejor:
algo comenzó a sonar en la cajuela,
nos detuvimos.
¿Nos detuvimos?
De alguna manera, pensé que nos habíamos detenido.
Pero tú pisaste el acelerador
y yo no te detuve;
luego sí y luego no, y luego sí,
porque yo quise pisar el acelerador,
pero tú habías puesto el freno de mano.
¡Algo sonaba en la cajuela!
Como no avanzamos más, simplemente comenzamos a retroceder
no te atreviste, a veces eres más cobarde.
Sin saber, sin mirar, me olió a muerto,
te miré con consternación, sabíamos qué sucedía
¿sabíamos?
¿Qué resta por hacer en un murmullo de consuelos por algo que parece muerto?